Una de las preocupaciones más frecuentes en las comunidades de vecinos radica en poder mantener un ambiente lo más saludable posible y libre de plagas, no solo en cada vivienda, sino en las zonas comunes.
Los edificios viejos, la presencia de negocios alimentarios o de restauración y la proximidad de lagos y parques, principales factores de riesgo.
Los espacios húmedos y oscuros como bodegas, garajes subterráneos y salas donde se sitúan bombas de agua, los cuadros de luz o los ascensores generan las condiciones ideales para que, indeseables inquilinos como cucarachas, roedores y hormigas, entre otras especies, aniden en ellas, teniendo en cuenta el riesgo que ello conlleva, tanto a nivel material como para la salud.
Factores de riesgo de las plagas
Antigüedad
Como es natural, los edificios viejos presentan muchos más problemas de plagas por el estado de conservación de sus instalaciones (cañerías viejas, grietas, materiales antiguos, cuartos de luz y calderas antiguas…) y por la dificultad de acceso para los técnicos.
Pero la antigüedad no es el único factor o foco de problemas que tener en cuenta. A continuación comentamos algunos más:
Ubicación
En este sentido, es importante tener en cuenta los siguientes factores:
- La ubicación de la finca (si está cerca de lagos, parques, zonas con animales, del mar…),
- El tipo de acceso a la vivienda y los puntos débiles de la finca como sótanos y garajes.
- Sin olvidar el tipo de negocio que ocupa las plantas bajas de los edificios.
Sector de servicios
Un local de restauración, es un caldo de cultivo para cucarachas, roedores y hormigas; allí encuentran una fuente de alimentación segura y, además, las cámaras frigoríficas, hornos y demás maquinaria les proporcionan calor y recovecos ideales para cobijarse.
En una tienda de alimentación, la entrada de mercancía contaminada portadora de alguna plaga puede ocasionar una infestación que se extienda a otras zonas de la finca.
Las reformas o rehabilitación en locales y zonas comunes de un edificio también pueden crear condiciones ideales para la aparición de ciertos bichos.
Aunque también debemos tener en cuenta que el problema no reside solo en la parte inferior de las fincas.
Los tejados son puntos que merecen especial atención ya que, en ocasiones, son de difícil acceso para aplicar los tratamientos de prevención o de exterminación.
La importancia de la prevención de plagas
Prevenir y combatir las plagas es una labor conjunta que requiere la implicación y colaboración de vecinos y del administrador de la finca.
Mantener las instalaciones revisadas, en buen estado, así como todos los espacios ventilados y limpios de restos de alimentos y basura son medidas imprescindibles para el control de plagas.
Pero igual de importante es tener una empresa especializada de referencia que ofrezca un servicio de control de plagas adecuado.
Este servicio permite una tarea de prevención que puede ahorrar importantes problemas de salud, así como un ahorro para la comunidad en reparaciones consecuencia de la afectación de distintas plagas:
- Animales como roedores y termitas pueden dañar desde cables hasta estructuras de madera.
- Palomas, golondrinas y avispas sienten devoción por los tejados, donde acostumbran a hacer nido, ocasionando graves daños materiales y también para la salud (picaduras, transmisión de enfermedades por las bacterias que portan los excrementos…).
Una comunicación fluida con el administrador de fincas o la comunidad de vecinos y la coordinación de una empresa especializada es la opción más fiable y segura para afrontar el problema de las plagas.
Este hecho permitirá a los técnicos llevar a cabo las revisiones necesarias, teniendo en cuenta todos los factores en juego.
De esta manera, se podrán aplicar los tratamientos adecuados para evitar la aparición de plagas o dar las soluciones a medida para acabar con afectaciones que puedan surgir, de una manera más eficaz y respetuosa con el medioambiente.