Limpieza de espacios abiertos

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La limpieza de espacios abiertos (también denominada limpieza viaria o urbana) comprende el trabajo realizado en espacios de uso común para los ciudadanos. Nos referimos a vías públicas, zonas verdes, áreas recreativas, playas y parques, entre otros. En este artículo mostramos los principales consejos para abordar la limpieza de este tipo
de espacios.

Existen unas normas específicas a la hora de llevar a cabo la limpieza de espacios abiertos con el objeto de mantener estos espacios en unas condiciones de higiene y salubridad adecuadas.
Las normas básicas de limpieza urbana vienen establecidas por los Ayuntamientos como entes responsables y competentes en este aspecto. A través de las ordenanzas municipales se establecen las normas básicas de limpieza urbana.

Estas ordenanzas, además de regular la limpieza del espacio urbano, también desarrollan la normativa de la gestión de los residuos (incluyendo las operaciones de recogida, transporte, almacenamiento y tratamiento de los mismos).
Algunos de los aspectos que regulan dichas normativas municipales en relación con la limpieza viaria son la limpieza de la vía pública, pintadas y grafitis, limpieza de fachadas, limpieza de solares y parcelas, servicio de limpieza de playas y limpieza de actos públicos y eventos especiales, entre otros.

Técnicas de limpieza de espacios abiertos

En la limpieza viaria se utiliza básicamente el barrido, tanto manual como mecánico. Es importante analizar la zona a limpiar, los residuos que se generan, etc. para aplicar la técnica de barrido más adecuada.

  • Barrido manual: se utilizan los siguientes utensilios: escoba, recogedor y pala, carro portacubos, capazo, espuerta, rastrillo, etc. En algunas ocasiones, un vehículo auxiliar acompaña a los barrenderos.
  • Barrido mecánico: se utilizan barredoras de aspiración y barredoras de arranque. Las barredoras de aspiración llevan a cabo la retirada de residuos del pavimento mediante el efecto de succión.

Para hacer más efectivo el proceso, se incorporan cepillos que, mediante giros, van a ir desprendiendo las partículas adheridas al pavimento y van a guiar los residuos hasta la boca de aspiración. Para evitar las emisiones de polvo que se producen al remover los residuos, se incorporan sistemas que añaden agua y humedad al proceso.

  • Barredora de arrastre: los residuos se retiran del pavimento mediante arrastre y empuje hasta una cinta transportadora. También suelen incorporar sistemas de humectación de residuos.
  • Barrido mixto: que combina acciones de barrido manual con mecánicas. En este tipo de barrido, los operarios se desplazan a pie y actúan como apoyo a la maquinaria con los siguientes objetivos:
    • Completar la limpieza de zonas no accesibles por la maquinaria.
    • Aproximar los residuos desde zonas inaccesibles por la maquinaria hasta zonas accesibles. Para estas acciones se suelen utilizar sopladores manuales. Esta herramienta tiene como objetivo el arrastre y acumulación mediante el empuje por aire de residuos ligeros como plásticos, papeles y hojas secas.

Técnica de limpieza en seco

Habitualmente, las tareas de limpieza urbana se realizan en seco, pero en algunas ocasiones en que las condiciones de suciedad lo requieren se utiliza agua y/o productos de limpieza adecuadas a dichas tareas.

Los limpiadores detergentes, disolventes, etc., tienen como objetivo eliminar la suciedad que se acumula en los espacios abiertos como consecuencia del tránsito de personas, del tráfico de vehículos, de la contaminación y polución.

Estos productos son de aplicación general en la limpieza de espacios abiertos, pavimentos, fachadas y mobiliario urbano. En ocasiones, estos limpiadores tienen un efecto desinfectante que evita el desarrollo de hongos y bacterias.

Es especialmente importante este aspecto en espacios como parques infantiles o los contenedores, ya que permite alcanzar unas adecuadas condiciones de higiene en zonas y elementos que tienen más tendencia a desarrollar microorganismos debido a su uso.

¿Qué productos se utilizan en la limpieza urbana?

Los productos utilizados en la limpieza urbana también tienen una acción de eliminación de olores, especialmente importante en los contenedores de residuos orgánicos, excrementos de animales, etc. Los limpiadores más comunes en este tipo de limpieza son:

  • Detergentes: Estos productos tienen un poder desengrasante que elimina la suciedad normal generada por el uso de los espacios. El uso habitual es emulsionándola con agua.
  • Desengrasantes: Son productos específicos para la eliminación de grasas y aceites que se encuentran en el pavimento como consecuencia del tráfico de vehículos, el almacenamiento de residuos orgánicos, etc. También se
    emulsionan con agua.
  • Disolventes: Son los limpiadores más potentes y, por tanto, son más agresivos y dañinos para las superficies sobre las que se aplican. También tiene poder desincrustante.
  • Abrillantadores: se utilizan para la limpieza de superficies con suciedad incrustada como restos de cal, yeso, cemento, pintura y óxido. La limpieza con este tipo de productos se realiza cuando las condiciones de suciedad así lo requieren y se utilizan de manera puntual.
  • Los decapantes: atacan la suciedad y como pueden ser ácidos o alcalinos, se utilizan habitualmente para la limpieza de grafitis en fachadas y mobiliario urbano.

Éstos cuatro productos son los más habituales para la limpieza urbana, pero además también nos podemos encontrar con situaciones específicas, como la limpieza de ornamentos, fuentes, retirada de chicles, etc. que requieren de productos específicos.

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